Pide Dirección

En cualquier área de la vida, ¿cómo te mueves de donde estás a dónde quieres estar? La respuesta es simple, toma los pasos necesarios que te muevan en la dirección que quieres estar.

En el libro de Proverbios, capítulo 7, Salomón cuenta la historia de un hombre que miraba por su ventana y vio pasar a un grupo de jóvenes. Del grupo señaló a uno de ellos y describió al joven como más ingenuo que el resto. Luego dijo, «es como un buey que va caminando al matadero».

¿Cómo sabía eso? Bueno, es simple, el hombre miró la dirección en la que caminaba este joven y sabía dónde terminaba el camino. Cuando el sol comenzó a ponerse, el joven se separó del resto del grupo y caminó hacia la casa de una prostituta. Ella salió a recibirlo y lo incitó a que la siguiera. Es en este punto que el hombre dijo: «es como buey caminando al matadero». Pero, de nuevo, ¿cómo sabía eso? El joven solo tenía la intención de disfrutar de una noche apasionada. Pero había algo que el hombre que miraba por la ventana sabía que el joven no sabía.

Su casa lleva derecho al sepulcro; ¡conduce al reino de la muerte!- Proverbios 7:27 NVI.

El hombre en la ventana había visto innumerables jóvenes como este. Jóvenes que entraron en la casa de esta mujer con la intención se pasar una noche de placer, pero el fin de ese camino era la muerte. Entonces, ¿cómo te mueves de donde estás a dónde quieres estar?

Pide dirección, no asumas que estás en el camino correcto, pide dirección. Pero no le pidas dirección a las personas que van caminando por el mismo camino que tú, puede ser que al igual que tú piensen que están caminando por el camino correcto sin saber que van en mala dirección. Pregúntale al viejo sabio que mira por la ventana. Si estás pensando en un divorcio, no le preguntes a tu amigo que se divorció. Pregúntale a la pareja sabía que lleva 30, 40 o 50 años der casados. Si estás contemplando la bancarrota, no le preguntes a las personas que se han declarado en bancarrota. Pregúntale a las personas sabias que pasaron por dificultades financieras y evitaron la bancarrota. Y recuerda que tu dirección y no tus intenciones son las que determinarán tu destino.

Padre Celestial ayúdame a tener presente en todo momento que el camino que tomo va a determinar mi destino, es una ley que no puedo obviar, por eso te pido que yo pueda detenerme para evaluar cada área de mi vida y con tu ayuda y la dirección de las personas sabias, yo pueda tomar la dirección que cumple tu propósito en mi vida.