La vida no es perfecta, no siempre obtienes lo que quieres, pero sí ves que muchas personas tienen lo que tú quieres. Vivir en Miami me recuerdan constantemente todas las cosas que otros tienen que yo no tengo. Alguien siempre tiene algo más grande y mejor. Debo confesar que a veces me encuentro criticando a quienes tienen lo que quiero. En ocasiones, incluso he criticado a otros pastores porque ellos dirigen una organización más grande que la que yo dirijo. Aunque es difícil de admitir esto es el resultado de darle lugar a los celos en mi corazón. Los celos dicen: “Dios me debe” Al comparar tu vida con los demás piensas que mereces una mejor vida, un mejor hogar, un mejor trabajo, mereces una vida mejor. Pero como Dios te dio la vida, entonces Él es la razón por la que no tienes las cosas que crees que mereces. Entonces, es culpa de Dios, Dios te debe una vida mejor. Cuando permites que los celos se alojen en tu corazón, tienen un impacto adverso en cada una de tus relaciones, especialmente con tu Padre Celestial. La solución a los celos es agradecer a Dios por lo que tienes y celebrar a las personas que tienen lo que tú quieres. En lugar de murmurar por lo que tienen, en lugar de criticarlos, celebra quienes son y la bendición que Dios les ha dado. Sí, queremos celebrarlos, pero por razones equivocadas, queremos celebrar sus fracasos. Personalmente, ya no critico a los que tienen más y mejor, y nunca deseo que fracasen. Lo que hago es celebrar su éxito y de verdad que no miento, oro para que Dios los continúe bendiciendo. Porque he vivido lo suficiente como para saber que a nadie le gusta estar cerca de una persona celosa.
Cruel es el furor y como inundación la ira; Pero ¿quién se mantendrá ante los celos? - Proverbios 27: 4 NBLA.
No le des a la envidia ningún espacio en tu corazón, remueva la envidia agradeciendo a Dios por lo que tienes y celebra lo que Él ha permitido que otros tengan.