Probablemente todos hemos estado en un grupo cuando alguien aparece y dice: Me voy a casar, o estoy comprando una nueva casa, o me mudo a otra ciudad. Y todo el mundo dice, felicidades, estoy tan feliz por ti, te mereces ser feliz. Y nadie pregunta, ¿estás seguro de esto? ¿Realmente has analizado tu decisión? Y luego la mayoría de las mismas personas que celebraron la decisión se alejan y piensan: creo que fue una mala decisión. Pero en el momento, en el ruido de la multitud, no se atrevieron a hablar. Si puedes leer este blog, entonces ya has vivido lo suficiente como para haber aprendido que el mejor consejo no se encuentra en la voz de los muchos. Los jóvenes buscan el consejo de sus amigos porque ya saben lo que sus padres les van a decir.  Los cristianos buscan consejos de personas descontentas porque ya saben lo que su líder espiritual les va a decir. Porque la meta no es la verdad, la meta es lograr lo que quiero.
"El Señor le dijo:—Sal y ponte de pie delante de mí, en la montaña.Mientras Elías estaba de pie allí, el Señor pasó, y un viento fuerte e impetuoso azotó la montaña. La ráfaga fue tan tremenda que las rocas se aflojaron, pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el Señor no estaba en el terremoto. Pasado el terremoto hubo un incendio, pero el Señor no estaba en el incendio. Y después del incendio hubo un suave susurro. Cuando Elías lo oyó, se cubrió la cara con su manto, salió y se paró a la entrada de la cueva.Entonces una voz le dijo:—¿Qué haces aquí, Elías?- 1 Reyes 19: 11-13 NTV
No vas a escuchar la voz de Dios en la multitud, Dios habla en el suave susurro, pero con claridad. Muchas veces el problema es que no buscamos la voz de la razón, lo que buscamos es cumplir nuestro deseo, así que escogemos confiar en la voz de la multitud. Pero la voz de la razón se encuentra en el suave susurro claro de Dios. Háblame en tu suave susurro amado Padre Celestial, que yo no escuche la voz de los muchos sino la tuya, dejándome saber cuál es tu voluntad buena, agradable y perfecta. Gracias por esa relación íntima que puedo disfrutar contigo porque es lo más grande y maravilloso que tengo en mi vida, tu presencia suave y dulce pero a la vez tan poderosa y llena de amor por mí.