Autoridad moral

No sé si te has dado cuenta, pero aquellas personas que ocupan posiciones de autoridad han cambiado la conversación de legalidad a moralidad. La pregunta ya no es, ¿qué es legal? sino más bien, ¿qué es moral? Eso es bueno. El problema es que algunos hablan de racismo mientras que al mismo tiempo desprecian a todo un grupo de personas por su raza. Algunos hablan de los peligros del cambio climático mientras que vuelan en aviones privados por todo el mundo. Para estas personas el problema es que sus palabras no coinciden con sus acciones. Y cuando las palabras y acciones no coinciden, no importa qué posición ocupen, las demás personas no están dispuestas a seguirlas.

«Lo que están haciendo ustedes es incorrecto». – Nehemías 5: 9 NVI

Nehemías era un hombre hebreo nacido en el exilio, que llegó a Jerusalén con la visión de reconstruir los muros de Jerusalén. Los muros habían sido quemados y derribados unos 140 años antes. Cuando comenzó el proyecto, muchas de las personas en Jerusalén se unieron y pusieron sus vidas, sus negocios y obligaciones temporalmente a un lado para convertirse en parte del proyecto. Sin embargo, algunas de las personas que ocupaban los puestos más altos de autoridad vieron esto como una oportunidad para recibir ganancias personales. Les otorgaban préstamos a los trabajadores con unos intereses altos para que compraran alimentos y pagaran sus impuestos, a sabiendas de que ellos no podrían hacer sus pagos. Luego, les embargaban sus tierras y propiedades e incluso les tomaban a sus hijos como esclavos. Ahí fue que Nehemías convocó una asamblea pública y les dijo: “Lo que están haciendo es incorrecto”. Y estas personas de inmediato dejaron de cobrar los préstamos y devolvieron al pueblo todo lo que les habían quitado.

Durante doce años Nehemías ocupó el cargo de gobernador, un puesto que le otorgaba grandes privilegios. Para empezar, la gente tenía que pagarle impuestos a Nehemías y él también tenía la primera opción para comprar tierras. Pero Nehemías nunca aprovechó estos privilegios, para él la reconstrucción de los muros era lo único que le importaba. De modo que cuando llamó públicamente a las personas en posición de autoridad, éstos cedieron a sus demandas de devolver todo. No por la autoridad que le otorgaba su posición, la mayoría de ellos tenían posiciones más altas que Nehemías. Se rindieron debido a la autoridad moral que Nehemías se había ganado a través de mucho tiempo de sacrificios personales por la visión.

La autoridad moral es la credibilidad que se gana cuando las palabras y las acciones de una persona coinciden de manera constate. Es la relación entre lo que esperas de los demás y lo que esperas de ti mismo. Todos hemos recibido o se nos dará una posición de autoridad; algunos como líderes empresariales o políticos, algunos como trabajadores o voluntarios y otros como padres o hermanos mayores. Pero la autoridad que te otorga tu posición solo puede llevarte hasta cierto límite. Es el desarrollo a través del tiempo de la autoridad moral lo que hace que la gente quiera seguirte.

Padre Celestial ayúdame a ser cada día una persona que sus acciones coincidan con sus palabras, que los demás siempre puedan ver en mí esa integridad, porque es la única manera que de verdad voy a poder influenciar a otros para que me sigan en mi visión de acercar a otros a una relación creciente con Jesucristo. Gracias por enseñarme la importancia de desarrollar autoridad moral a través de que mis acciones y palabras coincidan.