Compromiso

No hace mucho tiempo atrás, las personas tenían mucho menos aspiraciones de las que tienen hoy en día, pero estaban mucho más comprometidas. La generación de hoy es mucho más optimista, pero está mucho menos comprometida. La generación de hoy quiere los beneficios, pero no quiere las responsabilidades. Quiere un empleo que le pague un buen salario, pero no quiere comprometerse a dar lo mejor de sí. Los empleadores quieren empleados que trabajen duro, pero quieren pagarles lo menos posible. Las personas quieren casarse, pero no están comprometidas a convertirse en la mejor pareja que pueden ser. Las personas quieren tener hijos, pero no quieren la responsabilidad de ser padres a tiempo completo. Nuevamente, las personas de hoy tienen aspiraciones muy grandes, pero están mucho menos comprometidas con lo que aspiran.

 

Convertirse en un buen trabajador tiene su precio, convertirse en un buen empleador tiene su precio, convertirse en una buena pareja, madre o padre tiene su precio. En cualquier área de la vida en la que desees tener éxito, el precio que necesitarás pagar implica el comprometerte a largo plazo y, en muchos casos, el hacer un compromiso de por vida. Creer algo o aspirar a hacer o convertirse en algo tiene poco o ningún valor si no estás comprometido con lo que crees o aspiras. Creer en Dios tiene poco valor si no estás dispuesto a estar comprometido con Dios. Aspirar a alcanzar el éxito en cualquier área de la vida tiene poco o ningún valor a menos que estés dispuesto a hacer un compromiso.

 

Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.Eclesiastés 7: 8.

 

El éxito nace del compromiso y todo compromiso requerirá que tengas paciencia. La paciencia para sembrar una semilla y esperar activamente a que crezca. No son las muchas cosas que comienzas las que te llevarán al éxito. Es cuántas de ellas estás dispuesto a ver pacientemente hasta el final. Comenzar un trabajo es fácil, convertirte en un empleado exitoso requiere un compromiso. Comenzar un negocio es fácil, desarrollar un negocio exitoso requiere un compromiso. Enamorarse es fácil, todo lo que necesitas es tener pulso. Permanecer enamorado es mucho más difícil, permanecer enamorado requiere paciencia, requiere compromiso. Tener un hijo es fácil, convertirte en una buena madre o padre requiere un compromiso de por vida.

 

No estás viviendo la plenitud de la vida hasta que estés dispuesto a comprometerte con algo. Dios te creó para alcanzar algo grandioso. Pero el problema es que nunca puedes convertirte en la persona que podrías y deberías ser sin un compromiso. En cualquier área de la vida en la que veas a una persona que ha alcanzado la grandeza, te mostraré una persona comprometida. Y tú, ¿a quién o con quién estás dispuesto a comprometerte? Gracias Padre Celestial porque dentro de tus planes al crearme estaba el que yo alcanzara algo grandioso, sé que con tu ayuda y dirección puedo lograrlo, y la dirección tuya es que yo sea una persona comprometida con lo que aspiro para mí vida. Estoy dispuesto a comprometerme, a perseverar y a tener la paciencia necesaria para que Tú puedas cumplir tu propósito perfecto en cada área de mi vida, ese es el verdadero éxito. Muchas gracias Señor, por enseñarme la importancia de no simplemente tener aspiraciones, sino a estar comprometido.