Escucha Bien

Los oídos humanos nunca se apagan, trabajan 24/7. Tienen la habilidad de limpiarse ellos mismos y mantienen el resto del cuerpo equilibrado. Pero quizás el hecho más importante acerca de los oídos es que cualquier cosa o persona que escuchemos influirá en lo que hacemos. Es imposible prestar atención a ciertas conversaciones y personas durante un período de tiempo sin que esto afecte la forma en que vivimos nuestras vidas.

El que tiene oídos, que oiga. – Mateo 11:15 NVI.

  1. Lo que no queremos escuchar es a menudo lo que más necesitamos escuchar.

El problema para muchos es que no tienen los oídos abiertos; sí, pueden oír, pero no quieren escuchar lo que se les está diciendo, porque ya han predeterminado lo que van a escuchar. Vemos esto en la religión, en la política, en el trabajo, en la escuela e incluso en el hogar, que las personas cierran sus oídos a lo que no quieren escuchar. La verdad es que no debemos prestar nuestros oídos a los chismes, a las calumnias y a la maldad. Pero a menudo las palabras que más necesitamos escuchar son las que menos queremos escuchar.

  1. Las personas que no queremos escuchar son a menudo las personas que más necesitamos escuchar.

Hace muchos años, una amiga que estaba a punto de casarse me comentó que no había forma de que su matrimonio funcionara. Entonces, le aconsejé lo que la mayoría de las personas que la querían le aconsejaron, que no se casara. Pero me dijo que no podía echarse para atrás porque la prensa ya había escrito que su matrimonio sería un fracaso. Entonces le respondí que podía escuchar a la prensa, que está formada por personas que realmente no la conocen ni se preocupan por ella, o que mejor podía escoger escuchar a las personas que la amaban. Bueno, ella decidió casarse y en tan solo unos meses el matrimonio se había convertido en un fracaso total y había sido difundido a través de todos los medios. Ella y su esposo perdieron sus empleos y arruinaron sus carreras. Pero la ironía más grande es que la prensa terminó teniendo razón. Lo que ella quería evitar fue exactamente lo que le pasó, porque a veces las personas que no queremos escuchar son las que más necesitamos escuchar.

 

Como dijo Jesús, el que tenga oídos, que oiga.

 

Padre Celestial ayúdame a escuchar lo que más necesito escuchar aunque realmente no sea lo que deseo, igualmente con las personas que necesito escuchar amado Dios, aunque no siempre quiera escucharlas sé que es a las que más necesito escuchar, esas personas que me aman y les importo. Gracias por mostrarme que necesito tener mis oídos abiertos a lo que Tú tienes que decirme.