Atajos: El Camino Angosto

El camino hacia el éxito real y duradero es largo y tortuoso. Es un camino difícil lleno de muchas dificultades y obstáculos, pero la meta es llegar al destino. Sin embargo, antes de que puedas llegar, vas a ser tentado a tomar el camino de menor resistencia, vas a ser tentado a tomar un atajo. En el mundo geográfico los atajos son buenos, pero no en la vida cotidiana. Es por causa de los atajos financieros que muchos están viviendo estrangulados por las deudas. Es por causa de los atajos relacionales que tantos matrimonios terminan en divorcio. Es por causa de los atajos en la crianza de los hijos que muchos de ellos viven estilos de vida autodestructivos. Y lo más importante, es por causa de los atajos espirituales que muchas personas no reciben la plenitud de las bendiciones y las promesas que Dios tiene para ellos.

Para muchos de nosotros el problema no es el destino, queremos alcanzar el éxito y sabemos cómo llegar. El problema es que el camino es demasiado largo y no queremos esperar. Por ende, buscamos atajos. No es un misterio lo que se necesita para llegar a ser un estudiante exitoso, largas horas de estudio. No es un misterio lo que se necesita para obtener estabilidad financiera. El problema es que preferiríamos encontrar una manera de jugar más y estudiar menos o preferiríamos encontrar una manera de gastar más en vez de sacrificarnos para ahorrar más. Muchas veces elegimos el camino de menor resistencia para lograr nuestros objetivos. En otras palabras, queremos hacer lo correcto pero de la manera incorrecta; queremos alcanzar el éxito con el menor esfuerzo.

“Es muy fácil andar por el camino que lleva a la perdición, porque es un camino ancho. ¡Y mucha gente va por ese camino!” – Mateo 7:13 TLA

 

El problema de tomar atajos es que al final siempre pierdes mucho más de lo que ganas. Imagínate si no hubieras tomado un atajo en tu educación, tus finanzas o tus relaciones, ¿cuánto mejor sería tu vida hoy? Cuando decidimos tomar un atajo, lo que estamos haciendo es causando un cortocircuito en el proceso que lleva al éxito.

Antes de que puedas lograr lo mejor y antes de recibir las promesas y bendiciones de Dios, tendrás la tentación de tomar un atajo. Tomar el camino de menor resistencia. Pero cada vez que lo haces, siempre perderás más que el tiempo y los sacrificios que evitaste. Estoy seguro de que ya lo sabías, estoy seguro de que puedes contarme tu propia historia del precio que has tenido que pagar por tomar atajos.

Padre Celestial ayúdame a resistir la tentación de tomar atajos en mi vida que sólo me conducen a un resultado equivocado y siempre es más lo que pierdo que lo que gano; sé que con la dirección que me estás dando de tomar ese camino difícil y angosto voy a poder llegar a la meta y alcanzar la plenitud y bendiciones que tienes para mí en todo lo que me proponga para cada área de mi vida. Vale la pena ese camino Señor, y además Tú me prometes que no lo voy a recorrer solo, sino que voy a ir en todo momento de tu mano poderosa y amorosa.