El Momento Adecuado – Pt. 1

En la vida el tiempo lo es todo. Llámalo buena suerte o buen discernimiento, pero las personas exitosas hacen lo correcto en el momento correcto. Compran y venden en el momento adecuado. Construyen y derriban en el momento adecuado. No se mueven antes de tiempo ni tampoco cuando ya es tarde. Ahora, dado que el tiempo es todo, la pregunta es, ¿cómo identificar y aprovechar al máximo cada momento?

Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor

– Efesios 5: 15-17 NIV.

Identificando y aprovechando cada momento:

Ten cuidado: hay demasiadas personas viviendo descuidadamente. Si has estado viendo las noticias, verás a una generación de jóvenes viviendo descuidadamente a pesar de los peligros reales del coronavirus. Están de fiesta y pasando el rato en la playa, eso no es solo un uso descuidado de su tiempo, sino también un uso peligroso de su tiempo. Y no solo para ellos sino también para toda la comunidad y especialmente las personas más allegadas a ellos. Pero de la misma manera, hay muchas personas que viven descuidadamente en sus finanzas, su moral, en sus relaciones e inclusive en sus vidas espirituales. Este no es el momento de vivir descuidadamente, hay demasiados peligros, este es un momento para ser diligente y preciso en cada paso que das.

Hagan todo esto estando conscientes del tiempo en que vivimos. Ya es hora de que despierten del sueño, pues nuestra salvación está ahora más cerca que cuando inicialmente creímos. – Romanos 13:11 NVI.

Padre celestial ayúdame a hacer lo correcto en el momento correcto, gracias porque me alertas para que esté consciente del tiempo que estoy viviendo. Ayúdame a no vivir descuidadamente, sino que yo sea diligente y preciso en todas las áreas de mi vida; con mis finanzas, mi moral, mis relaciones y sobretodo en mi relación contigo. Te doy gracias por todo amado Dios y te doy toda la gloria, el honor y la alabanza que solo Tú mereces.