Nuestras manos, las usamos para casi todo lo que hacemos. Las usamos para mostrar amor, desde tomarnos de las manos hasta cargar un bebé. Las cerramos para aguantar, las abrimos para dar y las usamos para colaborar. Las usamos para construir o derribar. Las manos representan quienes somos y todo lo que tenemos. Por un lado, son tan comunes, pero por otro son tan únicas. Todos tenemos manos, pero no hay dos huellas digitales que sean iguales y cada persona tiene una combinación única de talentos, habilidades, fuerzas y ​​recursos en sus manos.

Por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él.- 1 Corintios 1:16 NIV.

Tus manos y todo lo que ha sido colocado en ellas fue creado por Dios y para Dios. Imagínate por un momento que de verdad creyeses esto, transformaría radicalmente tu vida. Imagínate despertar todas las mañanas y reconocer que tus manos y todo lo que hay en ellas fueron creadas por Dios y para hacer solo la voluntad de Dios. Esto transformaría la forma en que actúas en tu casa, en la escuela, en el trabajo e incluso en la iglesia.

Entonces, ¿cómo cambiaría tu vida si todos los días al despertar te preguntases, ¿Cómo puedo usar mis manos para hacer la voluntad de Dios donde quiera que vaya y en todo lo que haga? Permíteme darte algunas sugerencias que puedes comenzar a hacer de inmediato:

• Inscríbete como voluntario en tu iglesia local.
• Inscríbete para trabajar en el departamento de niños o jóvenes.
• Inscríbete para participar en el equipo de servicios a los invitados.
• Únete al equipo de adoración o al equipo de sonido, luces o multimedia.
• Ayuda en los proyectos misioneros locales o Inscríbete para el próximo viaje misionero.
• Comparte tu fe con tu familia, en la escuela, el trabajo o donde quiera que vayas.
• Llévale comida a una familia necesitada.
• Dale una mano a los pobres, ancianos o cualquier persona que lo necesite.

Estoy seguro de que hay muchas otras cosas que puedes comenzar a hacer, pero comienza en algún lugar y comienza ahora.

Amado Padre Celestial gracias por la oportunidad de servirte, que cada mañana al levantarme yo me pregunte cómo puedo usar mis manos para hacer tu voluntad adonde quiera que yo vaya y en todo lo que haga, usa todo lo que has depositado en mis manos Señor para bendecir a