Camina Recto

Tus esperanzas, sueños y aspiraciones son geniales. Pero lo que más va a determinar el que alcances el futuro que deseas es el camino que escojas en la vida. Porque la dirección determina el destino y cada camino que tomes tiene un final predeterminado. Esto es tan obvio en la geografía, pero a menudo no lo es en el diario vivir.

“Quiero perder peso. Así que, Sírveme más”.

“Quiero graduarme con honores. Así que no voy a estudiar”.

“No quiero vivir endeudado. Por eso, usé al máximo mis tarjetas de crédito”.

“Quiero casarme con una buena persona cristiana. Así que voy para el Happy Hour”.

“Quiero tener un matrimonio feliz. Por lo tanto, descuido a mi pareja”.

“No quiero que mis hijos beban. Por lo tanto, solo tomo los fines de semana”.

“Quiero que mis hijos amen a Dios. Pero no los llevo a la iglesia”.

“Quiero conocer a Dios. Por lo tanto, nunca oro ni leo mi Biblia”.

Por absurdas que puedan sonar estas declaraciones, son reales y solo son algunas de las declaraciones que como pastor escucho semana tras semana. Pero no se queda ahí, porque luego me dicen,

“No sé por qué las cosas siempre me van mal”.

“He aumentado de peso”.

“No me gradué”.

“No puedo pagar mis deudas”.

“Mi relación no funcionó”.

“Nos vamos a divorciar”.

“Mi hijo/hija tiene un problema de abuso de sustancias”.

“Mis hijos no quieren saber de Dios”.

“Ya no siento a Dios”.

Lo que pasa en la geografía también es cierto en tu vida diaria, la dirección que tomes siempre va a determinar tu destino.

Sigan el camino que el Señor su Dios les ha señalado, para que les vaya bien y vivan muchos años … – Deuteronomio 5:33 DHH.

Padre Celestial ayúdame a seguir el camino que me has señalado para que me vaya bien y viva muchos años, porque el camino que tome va a determinar mi destino en mi relación contigo, con las personas que amo, en mi salud, mis finanzas y todas las demás áreas de mi vida. Ayúdame a reconocerte en todos mis caminos para que así puedas enderezar mis veredas.