Dichosos en el dolor

En medio de esta cuarentena, han sucedido algunas cosas buenas, por ejemplo, muchos han redescubierto el valor de la amistad, la familia, la comunidad y la iglesia. Pero lo más importante es que muchos se están encontrando con Dios y otros están volviendo a poner su relación con Dios como su prioridad. Al mismo tiempo, también han sucedido algunas cosas no tan buenas, por ejemplo, las adicciones, la tasa de divorcios, la violencia doméstica y los suicidios están en aumento. Lo interesante de la vida es que un día puedes sentirte como si estuvieras en la cima del mundo y en un instante, tu vida se pone patas arriba. Un día te encuentras celebrando y días después te encuentras entristecido. Una noche te acuestas con una sonrisa y al otro día te acuestas con lágrimas en los ojos. Un día celebras y otro día lloras.

Dichosos los que lloran, porque serán consolados. – Mateo 5: 4 NIV.

En la mayoría de los casos, la tristeza que causa el llanto se puede atribuir a una pérdida, la pérdida de una vida, la pérdida de una relación, la pérdida de la salud e incluso la pérdida del tiempo y el dinero. A veces lloramos por causa de nuestros propios errores y pecados del pasado, pero en la mayoría de los casos, asociamos la tristeza profunda con la muerte. El autor, periodista y espía Daniel Defoe escribió en el año 1726: “La muerte y los impuestos son las dos únicas cosas completamente ciertas en la vida”. Bueno, no me considero que esté cerca del nivel de inteligencia de Daniel Defoe, pero en este caso estaba parcialmente equivocado. Sí, la muerte y los impuestos pueden ser partes inevitables de la vida, pero en este mundo, puedes estar seguro de que a Dios si le importan los que lloran y está dispuesto a consolarlos.

Se ha dicho que el tiempo cura todas las heridas, pero yo no estoy tan seguro de que eso sea cierto. El tiempo puede curar algunas heridas, sin embargo solo Dios puede curar todas las heridas. Entonces, cuando sientas que has perdido lo más preciado para ti, recuerda que eres dichoso, porque solo entonces puedes ser completamente abrazado por Aquel que es quien más aprecio tiene por ti. Así que, ten en cuenta las palabras que al apóstol Pedro, quien convivo con Jesús escribió: «Echa toda tu ansiedad sobre él porque se preocupa por ti».

Gracias amado Dios porque a Ti sí te importa cuando lloro y estás dispuesto a consolarme, que dichoso soy de tenerte en mi vida, de que solo Tú sanas mis heridas. Hoy y siempre voy a ti Señor y echo toda mi ansiedad sobre Ti porque Tú te preocupas por mí. Gracias de nuevo por tu gran amor, por tu misericordia, por tu paz que sobrepasa todo entendimiento, por tu gracia que derramas sobre mí cada día.