UNA IMAGEN PRECISA DE LA VIDA

La verdad es que no vemos con nuestros ojos, vemos con nuestros cerebros. Nuestros ojos son como cámaras que capturan la luz y la envían al cerebro, donde el cerebro procesa la información y la convierte en una imagen. Los estudios muestran que más del 80% de nuestros recuerdos se habrán programado en nuestros cerebros a través de nuestros ojos. Y, más del 90% de todo lo que aprenderemos se habrá programado en nuestros cerebros a través de nuestros ojos.

Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero, si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz». Lucas 11: 34-16 NVI

Los ojos transmiten información al cerebro a través de la luz. Cuanto más débil es la luz, más difícil es para los ojos transmitir una imagen precisa al cerebro. Si no hay luz es imposible que los ojos vean algo. Jesús enseñó que los ojos a través de la luz captan lo que está sucediendo en el exterior para que el cerebro pueda tomar decisiones iluminadas. Y, Él compara el ojo sano con un ojo no saludable, el ojo sano transmite información precisa al cerebro mientras que el ojo no saludable transmite información inexacta al cerebro.

Tres lecciones

  1. Lo que permitas entrar por tus ojos tendrá un impacto profundo en tu perspectiva en todas las áreas de tu vida. Los ojos sanos te permitirán ver los peligros en el camino de la vida. Los ojos poco saludables te llevarán a estrellarte en el camino de la vida.

 

  1. Lo que permitas entrar por tus ojos determinará tu sensibilidad a la luz. Si expones tus ojos a la oscuridad, se vuelven demasiado sensibles a la verdad.

 

  1. La mejor manera de entender la oscuridad no es exponerse a la oscuridad, sino caminar en la luz. Los ojos no tienen la capacidad de capturar la oscuridad, por lo tanto, para el cerebro pueda ver lo que se oculta en la oscuridad la persona necesita andar en la luz.

Padre Celestial ayúdame a andar en la luz y aleja de mi toda oscuridad, porque mientras menos me exponga a ella más claramente voy a poder ver la verdad. Gracias por mostrarme la importancia de cuidar lo que entra por mis ojos a través de tu Palabra que me enseña que mis ojos son la lámpara de mi cuerpo.