Autoridad Moral

No sé si te has dado cuenta, pero aquellas personas que ocupan posiciones de autoridad han cambiado la conversación de legalidad a moralidad. La pregunta ya no es, ¿qué es legal? sino más bien, ¿qué es moral? Eso es bueno. El problema es que algunos hablan de racismo mientras que al mismo tiempo desprecian a todo un grupo de personas por su raza. Algunos hablan de los peligros del cambio climático mientras que vuelan en aviones privados por todo el mundo. Para estas personas el problema es que sus palabras no coinciden con sus acciones. Y cuando las palabras y acciones no coinciden, no importa qué posición ocupen, las demás personas no están dispuestas a seguirlas. La autoridad posicional es buena pero la gente sigue a las personas que tienen autoridad moral. 

Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.  Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. – Juan 13:14-15 NVI

La autoridad moral es la credibilidad que se gana cuando las palabras y las acciones de una persona coinciden de manera constate. Es la relación entre lo que esperas de los demás y lo que esperas de ti mismo. Todos hemos recibido o se nos dará una posición de autoridad; algunos como líderes empresariales o políticos, algunos como trabajadores o voluntarios y otros como padres o hermanos mayores. Pero la autoridad que te otorga tu posición solo puede llevarte hasta cierto límite. Es el desarrollo a través del tiempo de la autoridad moral lo que hace que la gente quiera seguirte.

Padre Celestial ayúdame a ser cada día una persona que sus acciones coincidan con sus palabras, que los demás siempre puedan ver en mí esa integridad, porque es la única manera que de verdad voy a poder influenciar a otros para que me sigan en mi visión de acercar a otros a una relación creciente con Jesucristo. Gracias por enseñarme la importancia de desarrollar autoridad moral a través de que mis acciones y palabras coincidan.