Los últimos meses han hecho que la mayoría de nosotros reconsideremos nuestras vidas; la amenaza financiera, física y relacional de la pandemia nos ha llevado a hacer grandes cambios. Pero ahora, cuando aparentemente comenzamos a regresar a un cierto sentido de normalidad, la pregunta que deberíamos hacernos antes de avanzar es: ¿cuáles son las lecciones que he aprendido? Porque cuando eventualmente se remueva la amenaza de esta pandemia, nuestra naturaleza humana nos llevará de nuevo adonde estábamos. Es como la persona que no se siente bien y el médico le dice, si no cambias tus hábitos alimenticios nunca verás crecer a tus nietos. Y de repente la amenaza de un daño físico capta la atención de esa persona. Pero tan pronto como la persona comience a sentirse mejor la tendencia será volver a sus viejas costumbres.

En cualquier área de la vida; física, financiera, relacional y espiritual, la naturaleza humana es volver a los mismos malos hábitos del pasado una vez que se elimina el dolor asociado con esos malos hábitos. Cuando la amenaza está presente, hacemos los cambios necesarios. Y creo que vale la pena mencionar lo obvio, que estos eran cambios que ya sabíamos que teníamos que hacer. Pero una vez que sentimos que la pandemia física, financiera, relacional o espiritual ha pasado, tendemos a volver a nuestras viejas costumbres. Ahora que estamos comenzando a salir de la situación deberíamos evitar volver a lo que una vez fue lo normal y ser intencionales en cuanto a movernos hacia una nueva normalidad.

Si los eventos actuales te han golpeado fuertemente, presta atención a la tensión porque, la verdad es que puedes salir de esta situación habiendo crecido tu fe y mejorando física, financiera, relacional y espiritualmente. Si no prestas atención, es probable que después de que el dolor haya desaparecido, solo sea cuestión de tiempo para que vuelvas a tus antiguas costumbres.

También podemos alegrarnos cuando nos encontramos con problemas y pruebas, porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla la fuerza del carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. – Romanos 5: 3-4 NTV.

Antes de entrar a la nueva normalidad ahora es un buen momento para preguntarnos, ¿qué he estado haciendo que tenga el potencial de llevarme a la ruina? Y, ¿qué debo comenzar a hacer física, financiera, relacional y espiritualmente que debería haber estado haciendo todo este tiempo?

Padre Celestial gracias por alertarme para que no vuelva a mi normalidad antigua, sino que esta situación que estoy viviendo sea una oportunidad que me lleve a hacer lo que se supone que debería estar haciendo en cada área de mi vida. Gracias por las pruebas que me ayudan a tener el carácter necesario para fortalecer mi esperanza segura de salvación.