Nada puede ser más gratificante en la vida que alcanzar tu máximo potencial. El potencial es la capacidad que Dios ha puesto en ti para mirar hacia adelante y trabajar para lograr un futuro lleno de optimismo y excelencia. Por otro lado, pocas cosas pueden ser más desmoralizantes que levantarte un día y darte cuenta de que tu vida está llena de un potencial que no has cumplido, al saber que no eres la persona que podrías y deberías haber sido o que no lograste lo que deberías haber logrado. ¿cómo una persona alcanza su máximo potencial? La respuesta es simple, debe dedicarse todos los días a crecer para así alcanzar su máximo potencial.

El crecimiento es tanto natural como intencional. El crecimiento natural es parte de la vida. Yo pienso en el crecimiento natural como un regalo de Dios. Veo el crecimiento natural como el potencial que Dios nos da para mirar hacia adelante con el optimismo de que podemos construir un mejor futuro y convertirnos en las personas que podríamos y deberíamos ser. Ahora bien, el crecimiento intencional es el uso y desarrollo de tu potencial dado por Dios para crear un futuro exitoso. El crecimiento intencional es el valentía de aceptar tu individualidad y trabajar en mejorar quien eres sin perder tu singularidad. Pero el crecimiento intencional es más que la individualidad, también es el caminar hasta que puedas descubrir tu propósito, la razón por la cual Dios puso su potencial en ti.

Aunque la meta del crecimiento intencional cambia de persona a persona, los principios para lograr el crecimiento siempre son los mismos. Si quieres avanzar en tu carrera, necesitarás crecer en cuanto a tus habilidades profesionales. Si deseas alcanzar tus sueños financieros, tendrás que crecer en tu conocimiento sobre las leyes financieras. Si quieres descubrir tu propósito, necesitarás crecer en tu autoconciencia. Si quieres convertirte en una mejor persona, necesitarás crecer en tu integridad. Si quieres convertirte en un mejor cónyuge, padre, familiar o amigo, tendrás que crecer en tus relaciones. Y si quieres enriquecer tu alma, necesitarás crecer espiritualmente. No puedes alcanzar tu máximo potencial sin crecer.

Los planes bien pensados: ¡pura ganancia! – Proverbios 21: 5 NIV

El primer paso hacia el crecimiento intencional es crear un plan. Es posible que no puedas cambiar tu situación presente, pero definitivamente puedes crear un plan que puede cambiar la dirección en la que te encuentras caminando presentemente.

El crear un plan de crecimiento intencional comienza haciéndote las siguientes preguntas.

¿A dónde quiero llegar en mi vida?

¿Qué cambios de dirección necesito hacer?

¿Qué es lo más lejos que me puedo imaginar llegar?

Padre Celestial gracias por mostrarme que sí puedo alcanzar mi máximo potencial y que además depositaste en mí la capacidad para lograrlo. Ayúdame a no sólo disfrutar del crecimiento natural que me diste como un don tuyo, sino también a disfrutar del crecimiento intencional que me va a ayudar a alcanzar ese máximo potencial.

Padre Celestial ayúdame a llegar adonde quiero en mi vida, a hacer los cambios de dirección necesarios y a llegar tan lejos como lo he imaginado, sé que con tu ayuda y creciendo de manera intencional en cada área de mi vida puedo alcanzar mi máximo potencial y el propósito perfecto para el cual me creaste.