No Temas

Lo único más infeccioso que el coronavirus es el temor. El lunes pasado decidí hacer una búsqueda en Google y escribí las palabras «miedo» y «Coronavirus» en mi navegador web. Esperaba una gran cantidad de resultados de búsqueda, pero nunca esperé que hubiera más de un billón de resultados de búsqueda. Está claro que el temor está dominando al mundo entero y lo que ya sabemos es que cuanto más aumentan los temores, más alocada e irracional se vuelve la gente. Después de leer varios titulares y algunos artículos, comencé a preocuparme, así que decidí meditar sobre lo que Jesús tenía que decir acerca de los temores. No es sorprendente que Jesús sabía que en nuestras vidas tendríamos que lidiar con el temor. Lo sorprendente son sus instrucciones sobre cómo lidiar con el asunto. Todas las enseñanzas de Jesús sobre cómo lidiar con el temor se pueden resumir en dos simples palabras, “no temas”.

No teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. ¿Acaso no se venden dos pajaritos por una moneda? Con todo ni uno de ellos cae a tierra sin el consentimiento de su Padre. Pues aun los cabellos de ustedes están todos contados. Así que, no teman; más valen ustedes que muchos pajaritos. – Mateo 10: 28-29 RV 2015.

Lo interesante es que no todos los temores son necesariamente malos, hay un nivel de temor saludable. No saltamos de los edificios por miedo a las alturas. Y no cometemos crímenes por miedo a ir a la cárcel. Ahora, la mayoría de los temores son el resultado de mirar hacia el futuro y preocuparnos por lo que pudiese suceder. Es el resultado de sobre enfocarse en lo desconocido”. Pero lo que Jesús enseña sobre el temor es que no debemos enfocarnos en qué sino más bien en quién. Que no debemos temer lo que puede o no suceder, sino más bien temer a Dios que tiene el poder sobre todo, incluso del temor más grande, la muerte.

Algunas sugerencias para que no te contagies con el virus de los temores.

  • No pases mucho tiempo con personas que están llenas de temores, más bien pasa tiempo con aquellos que temen a Dios.
  • Vive tu vida temiendo a Dios y no te preocupes por lo desconocido porque muy poco es realmente desconocido. Todos vamos a terminar iguales. La única pregunta es, ¿En quien confiaste?
  • Las cosas que nos preocupan tanto tienden a ser tontas. No debes temerle a los “y si’s” de la vida.  Y si no se va, y si se queda, y si pierdo mi trabajo…. Más bien deberías temerle al que fue, es y siempre será. 

Padre celestial que gran consuelo es saber que Tú te ocupas de nosotros, que ni un pajarito cae a tierra sin que Tú cuides de él. Gracias Señor amado porque en medio de toda esta incertidumbre que puede traer temor a mi vida, sólo tengo que recordar que al único que debo de temerle es a Ti. Te amo mi Dios bueno, gracias por tu gran amor y misericordia.