DIOS, FAMILIA Y LOS DEMÁS | Padres e Hijos

Las personas con las que nos relacionamos tienen un profundo impacto en la calidad y dirección de nuestras vidas. Todas nuestras relaciones pueden clasificarse en tres áreas: la primera, nuestra relación o falta de relación con nuestros padres; la segunda, nuestras relaciones fuera del hogar, y la tercera, nuestra relación o falta de relación con Dios. Que quienes somos hoy en día, lo que pensamos, cómo actuamos e incluso nuestras personalidades han sido moldeadas por las relaciones o la falta de relaciones en nuestras vidas.

La relación entre padres e hijos es quizás la relación más significativa en la vida de una persona. Recientemente leí un estudio en el que se les preguntó a los niños, ¿cómo pueden saber si una pareja está casada? Una de las principales respuestas fue: “si discuten, entonces probablemente estén casados”. Honestamente, la respuesta me pareció un poco graciosa, pero la verdad es que es inquietante, especialmente cuando la forma en que ven y se relacionan con sus padres tendrá un impacto profundo en sus vidas.

Para bien o para mal, la relación que tuvimos con nuestros padres ha tenido un efecto a largo plazo en nuestras vidas. Y nuestra relación con nuestros hijos tendrá un efecto a largo plazo en sus vidas.

Permíteme mostrarte cuatro maneras en las que la relación con nuestros padres puede haber impactado nuestras vidas:

  1. Si tuvimos padres atentos y expresivos, varios estudios demuestran que probablemente seremos más abiertos y sociables
  2. Si nuestros padres tendían a ser negligentes, los estudios demuestran que cuanto más negligentes fueron, más tenderemos a buscar y exigir atención como adultos
  3. Si nuestros padres tendían a ser reservados emocionalmente, los estudios demuestran que estaremos más inclinados a ser reservados emocionalmente
  4. Si nuestros padres se divorciaron o no se casaron, los estudios demuestran que tenderemos a ser despreciativos en cuanto al amor y las relaciones románticas

Obviamente, nuestros padres no son culpables de todos nuestros defectos, como tampoco son responsables de todas nuestras cualidades; pero sí influenciaron, y en muchos casos siguen influenciando, quienes somos hoy en día y en lo que nos convertiremos.

Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.  – Proverbios 22: 6 NIV.

Padre Celestial te pido que me ayudes a instruir a mis hijos en el camino correcto para que aun cuando sean mayores no se aparten de él, sé que como padre tengo una gran responsabilidad de lo que les muestro a mis hijos con mi conducta, porque es viendo mi ejemplo que más aprenden. Gracias por tu gran amor y misericordia que me muestra como padre cuál es el camino que debo seguir para influenciarlos correctamente.