Grandes Cosas

A medida que nuestras instituciones evalúan el costo devastador del coronavirus, la tendencia es contar la cantidad de personas que se infectaron y la cantidad de personas que sucumbieron al virus. Lamentablemente, lo que no contamos es la cantidad de personas cuyas esperanzas y sueños han sido infectados por el virus o cuyas esperanzas y sueños han sucumbido al virus. Las esperanzas y sueños de hacer algo grandioso como comenzar un nuevo negocio o hacer crecer uno existente. Tal vez este era el año en que planeabas comprar una nueva casa. O tal vez estabas planeando una celebración de boda con tus amigos y seres queridos. Solo para que tus esperanzas y sueños fueran destrozados por el coronavirus. Ahora, en lugar de esperar hacer algo grandioso, simplemente estás luchando por mantenerte a flote.

La verdad es que las cosas grandiosas no suceden de la noche a la mañana, las esperanzas y los sueños toman tiempo y mucha paciencia. Cada vez que esperes hacer algo grande, primero tendrás que atravesar tiempos difíciles. Mientras Moisés sufría la gente se quejaba. José fue odiado por sus hermanos. David fue perseguido por el rey Saúl. La virgen María tuvo que sufrir grandes vergüenzas. Y Jesús fue golpeado y colgado en una cruz. Sin embargo al final todos lograron grandes cosas, pero no sin antes pasar por momentos extremadamente difíciles.

«La esperanza postergada aflige al corazón, pero un sueño cumplido es un árbol de vida.» – Proverbios 13:12.

El dolor y la injusticia siempre preceden a las grandes cosas, pero cuando te rindes, tu corazón se afligirá. Para hacer grandes cosas necesitarás paciencia, perseverancia y compromiso. Puede que se esté haciendo tarde, pero espera un poco más. Puede que te estés envejeciendo, pero no te rindas. Es posible que tengas contratiempos, pero no te detengas, sigue caminando. Puede parecer imposible, pero con Dios nada es imposible.

No permitas que este virus ni que nadie infecte tus esperanzas y sueños, porque la esperanza postergada aflige al corazón. En lugar de eso, mantente listo y atento, porque las dificultades de la vida son grandes oportunidades para hacer grandes cosas. De hecho, las obras más grandes que Dios hace en nosotros y a través de nosotros siempre están precedida por tiempos difíciles. Por lo tanto, sé valiente y porque estás en posición perfecta para hacer grandes cosas. 

Padre Celestial te pido que me ayudes a ser valiente en estos tiempos difíciles, ayúdame a esperar un poco más sin rendirme y sin detenerme, sino más bien estando listo y atento, porque contigo todo es posible. Gracias por tu Palabra que me enseña cómo todos los que perseveran sin rendirse y de tu mano logran grandes cosas.