Como preadolescente, recuerdo haber pensado que cuando cumpliese mis trece años, de alguna manera me convertiría en una persona madura. Y de cierta forma me vi obligado a madurar, pero en otras áreas me mantuve inmaduro. Recuerdo que pensé que la madurez que me faltaba vendría con mis veintiún años de edad. Una vez más, maduré en algunas áreas, pero en otras me mantuve inmaduro e incluso peor. Entonces, pensé que la madurez estaba un poco más adelante, que cuando cumpliese los treinta años seguramente maduraría. Pero el mismo patrón se repitió; en algunas áreas la edad me obligó a madurar, mientras que en otras permanecí inmaduro y, en algunos casos me volví más inmaduro. No fue hasta que llegué a mis treinta y tantos años que me di cuenta de tres cosas. Primero, que pocas cosas son más dañinas en la vida que convertirse en un adulto inmaduro. Segundo, que, en muchas áreas de mi vida el tiempo por sí solo no fue suficiente para que madurara. Y tercero, que para poder madurar en las áreas importantes de mi vida iba a tener que hacerlo de manera intencional.

No importa la edad que tengas, tú sabes que hay áreas de tu vida en las que nunca maduraste por completo. Áreas que has aprendido a cubrir y excusar, pero que tienen un impacto adverso en lo que es importantes para tu vida. Porque la inmadurez adulta se cuela en todas tus interacciones, aparece en todo lo que haces y en cada una de tus relaciones.

 Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en el favor de Dios y de toda la gente.- Lucas 2:52 NVI

Tres áreas en las que debes madurar de manera intencional:

1. SABIDURÍA

Ninguna cantidad de conocimiento, a través de estudios o experiencias vividas por sí mismas hace que una persona sea sabia. Lo que hace que una persona sea sabia es la aplicación correcta del conocimiento. La sabiduría es saber lo que es correcto e intencionalmente hacer lo que es correcto.

2. ESTATURA

Para crecer y madurar en estatura, debes aprender a ser intencional con tu salud. Debes comer con sensatez, hacer los ejercicios adecuados para la etapa de la vida en la que te encuentras y hacerte un examen físico anual. Cualquier cosa menos  que esto es inmadurez y eventualmente tendrá un impacto negativo en tu vida.

3. FAVOR DE DIOS Y DE TODOS

Si hay un área de nuestra vida en la que deberíamos crecer y madurar es en nuestras relación con Dios y con los demás. Como dije al comienzo de este post, pocas cosas son más dañinas que adultos inmaduros interactuando entre sí. Debemos ser intencionales con respecto a nuestro crecimiento, para poder sobrepasar la inmadurez que nos mantiene deficientes en nuestra relación con Dios y con los demás.

Padre Celestial gracias por mostrarme la importancia de madurar en esas áreas que aun siendo adulto no lo he hecho, gracias porque me enseñas que a través de la sabiduría, de ser intencional en mi crecimiento y de contar con tu favor y el de los demás puedo alcanzar la madures necesaria en cada área de mi vida, sobre todo en mi relación contigo y con las demás personas con las que interactúo en mi diario vivir. Ayúdame Señor a poner siempre en práctica lo que me enseñas, porque si no de nada me sirve. Gracias por tu gran amor y fidelidad, te amo y te doy toda la gloria que sólo Tú mereces, amén.