Nuevas Oportunidades

El 10 de diciembre de 1914 una explosión masiva incendió la planta química de Thomas Edison. Ocho departamentos de bomberos corrieron a la escena, pero el fuego inducido por químicos continuó ardiendo fuera de control. Según el hijo de Edison, Charles, de 24 años, Edison observaba calmadamente cómo el fuego quemaba la planta en la que había invertido todas sus finanzas. Mientras ambos miraban el fuego, Edison le dijo a su hijo: “Ve a buscar a tu madre y a todos sus amigos. Nunca volverán a ver un fuego como este”. Más tarde ese día, después de que la planta se quemara completamente, Edison citó lo siguiente:» Aunque ya tengo 67 años voy a comenzar de nuevo mañana”. Las pérdidas de Thomas Edison por causa del incendio se estimaron en cerca de un millón de dólares. Pero en tan solo unas semanas consiguió un préstamo y comenzó a reconstruir una planta más grande y mejor. Y apenas un año después Edison y su equipo reportaron ingresos de casi diez millones de dólares.

En la vida, la pregunta no es si vas a tener problemas, sino cómo vas a enfrentarlos. La mayoría de las personas responden a la pérdida y al fracaso con sentimientos de enojo, tristeza y desilusión. Pero otros ven la pérdida y el fracaso, a pesar de sus sentimientos, como oportunidades para crear nuevas oportunidades para hacer las cosas más grandes y mejores.

“Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” – Jesús (Juan 16:33 NTV).

Después de cada uno de tus fracasos y pérdidas habrá oportunidades para hacer las cosas más grandes y mejores, la clave es no dejar que el enojo, la tristeza y la desilusión te paralicen a través del temor. La clave es más bien utilizar tus emociones para buscar nuevas oportunidades y para hacer cosas más grandes y mejores, entendiendo que en Jesús no tenemos que temer, porque en Él somos más que vencedores.

Amado Jesús, Tú me advertiste que en este mundo iba a tener que enfrentar muchas pruebas y tristezas, pero inmediatamente me dijiste que me animara porque Tú venciste al mundo, ¡eso quiere decir que contigo mi victoria está garantizada! Gracias por enseñarme que cada uno de mis fracasos y pérdidas son una oportunidad para hacer cosas aún más grandes y mejores.