TEMPLOS

El cuerpo humano es la estructura más avanzada del universo. Es un milagro de la ingeniería bioquímica. Nuestros cuerpos se componen de aproximadamente 100 trillones de células que provienen de la división de una sola célula. El cuerpo humano tiene 12 sistemas y 78 órganos trabajando en perfecta sincronización. El cerebro puede contener cinco veces más información que la Enciclopedia Británica. El corazón circula seis cuartos de galón de sangre a través de 60,000 millas de venas y capilares. El hígado realiza más de 400 funciones. Y, los pulmones tienen una superficie del tamaño de una cancha de tenis.

Algunos científicos creen que el universo fue creado por una explosión causada por una expansión en el espacio hace 13.8 mil millones de años. Y que, con el tiempo, ciertos elementos producidos por la explosión produjeron vida y parte de esa vida se convirtió en cuerpos humanos. Elijo creer una explicación más plausible y verificable, que nuestros cuerpos fueron creados por Dios. El rey David escribió hace unos 3,000 mil años atrás: “¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo!Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien”. Salmos 139: 14 NKJV.

Cuando intentamos comprender las obras de Dios descritas en la Biblia, descubrimos un hecho importante, que las cosas que Dios hace las hace a propósito y con un propósito. Por eso sé que no somos el resultado de una explosión aleatoria, sino que hemos sido planeados, diseñados y creados por Dios para un propósito específico. Y, cuanto más comprendamos y vivamos ese propósito, más satisfacción alcanzaremos en nuestras vidas.

¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? Ustedes no son sus propios dueños, porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo.

1 Corintios 6: 19-20 NIV.

Eso es simplemente sorprendente, que nuestros cuerpos humanos, la estructura más avanzada del universo, fueron creados para albergar una porción de la divinidad de Dios. Comprender esto es mucho más complejo que comprender todas las funciones del cuerpo humano. Pero, así como no ignoramos nuestros cuerpos humanos porque no podemos entender por completo su funcionamiento, tampoco debemos ignorar el hecho de que nuestros cuerpos son templos en los que Dios, a través del Espíritu Santo, quiere habitar en nosotros.

Por lo tanto, debemos buscar honrar a Dios con nuestros cuerpos.

Padre Celestial gracias por crearme a propósito y con un propósito, porque esto es lo que le da sentido a mi vida, gracias por querer habitar dentro de mí Espíritu Santo amado, es lo más maravilloso que me pudo haber ocurrido, conocer a Jesús como mi Señor y Salvador y que una parte de la Deidad de Dios habite en mí, ayúdame a honrarte con mi cuerpo Señor, te amo y te doy toda la gloria que sólo Tú mereces, Amén.