El amor es dar

¿Qué es el amor? Recientemente escuchaba una emisora de radio cristiana en donde se planteó esta misma pregunta. Unos cuantos segundos más tarde una señora llamó y dijo: “Para cada uno el amor es algo diferente, va evolucionando con el tiempo. Lo que antes yo consideraba amor, hoy en día no lo considero así. Al principio de mi matrimonio el cariño, las caricias y los abrazos era lo que más me hacía sentirme amada. Pero ya no, no me malinterpreten, me gusta que mi esposo sea cariñoso. Pero en esta etapa de mi vida, para mí el amor es que mi marido me ayude a limpiar la casa y a lidiar con los niños. Y si mi marido quiere sentirse amado en la noche lo mejor es que me ayude durante el día, porque ayuda es lo que necesito”. Mientras escuchaba su respuesta, me di cuenta de que esta persona declaró perfectamente la manera en como la mayoría de la gente ve el amor. Un toma y dame. Yo hago si tú haces, pero si tú no haces entonces yo tampoco.

Porque tanto amó Dios al mundo…

Desde la perspectiva de nuestro Padre Celestial, el enfoque principal del amor es dar, no recibir. Dios no determina cuánto Él nos ama basado en nuestro carácter, Dios determina cuánto Él nos ama basado en Su carácter. Él es contrario a nosotros, que sólo amamos a aquellos que nos aman. Nuestro Padre Celestial demuestra su amor para con nosotros cuando nos lo merecemos y cuando no nos lo merecemos. La verdad es que, Dios nos ama aun cuando nosotros no lo amamos a Él. No sé tú, pero yo no quiero que me amen solamente cuando me lo merezco, también quiero que me amen cuando no me lo merezco. A menudo es cuando no merezco ser amado que más me siento amado. Pero una vez más, el objetivo principal no es recibir amor, más bien es dar amor.

Hay otra cara de la moneda, esto significa que nosotros debemos amar a los demás no sólo cuando ellos se lo merecen, sino también cuando no se lo merecen. El enfoque de nuestro amor hacia los demás no debe depender de cuánto amor recibimos sino de cuanto amor damos. Si alguien tiene que ganarse nuestro amor ya eso no sería amor, sino simplemente un toma y dame. El amor es dar, al igual que nuestro Padre Celestial dio a su Hijo Unigénito cuando nosotros no nos lo merecíamos. Es simple, no debemos amar a las personas en base a su carácter ni tampoco en base a nuestro carácter. Más bien deberíamos amar en base al carácter de Dios. Si Dios pudo amarnos y enviar a su Hijo a morir en una cruz por nosotros, entonces nosotros también deberíamos amar libremente a los demás.