Creciendo: Habilidades Sociales

El odio, el racismo, la homofobia y la misoginia son tan solo algunas de las disfunciones sociales de las que se habla a diario. Lo escuchamos en la televisión, se predica desde los púlpitos, aparece diariamente en medios impresos y sociales. El Papa predica al respecto, las celebridades luchan contra esto, nuestros políticos legislan leyes para castigarlo y todo el mundo opina al respecto. La ironía es que la lucha contra el odio se ha acalorado tanto que está causando nuevas divisiones. Son algunos de los mismos grupos que luchan contra el odio los que están llevando a la gente a odiar. Ten en cuenta que en la sociedad actual nunca se puede menospreciar a nadie por el color de su piel, a menos que sea blanco. Ten en cuenta que no está bien desacreditar a nadie en función de los géneros, sin embargo no hay ningún problema si se trata de un hombre blanco. ¡Tiene que haber una mejor manera de lidiar con el odio!

Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres. –Lucas 2:52 RVC.

Lucas nos dice que a medida que Jesús crecía se desarrollaba intelectual, física y socialmente. Podemos aprender mucho de las habilidades sociales de Jesús. Aunque, Él fue el hombre más sagrado que jamás haya caminado sobre la tierra, las personas que no tenían nada en común con Él amaban pasar tiempo con Él. Aunque Jesús nunca pecó ni aceptó el pecado, amaba a los pecadores y los pecadores lo amaban a Él.

Tres características de las habilidades sociales de Jesús

  1. Jesús no hacia acepción de personas

Aceptaba a la gente como venían. Aunque no estuviese de acuerdo con ellos y no aprobaba de sus pecados, los amaba de igual manera. Porque para Jesús el aceptar a una persona no equivalía a aceptar sus pecados.  Jesús entendía que el aceptar a alguien era el primer paso para conducirlo al arrepentimiento.

2.Jesús desarrollaba relaciones

Entendía que la aceptación abría paso a una relación y que la relación abría paso a poder influir. Él sabía que cuanto más fuerte la relación, más aumentaba la influencia.

  1. Jesús hablaba la verdad con gracia.

La aceptación conduce a la relación y la relación conduce a la influencia. Y Jesús usó su influencia para hablar la verdad, pero con gracia. En una ocasión le trajeron a una mujer atrapada en el acto de adulterio, una ofensa de condena de muerte en ese momento. Los hombres que la trajeron a Jesús querían ver lo que Él haría. Mientras la mujer estaba de pie ante Él, Jesús se inclinó hacia el suelo y dijo, “cualquiera que no haya pecado que arroje la primera piedra. ”Cuando Jesús se levantó todos se habían ido, a excepción de la mujer. Y Jesús le preguntó: «¿Dónde están los que te condenan?» «Se fueron, respondió ella.» Y Jesús le dijo: «Bueno, Yo no te condeno, ve y no peques más».

Mi Amado Jesús ayúdame a ser cada vez más como Tú, quiero imitarte cada día más, a no hacer acepción de personas, a desarrollar mis relaciones y a hablar siempre la verdad con gracia, porque deseo poder influenciar a otros y así acercarlos a una relación creciente contigo. Gracias por mostrarme la importancia de crecer en mis habilidades sociales.