Transiciones: Todo lo que Necesito

No puedes crecer sin cambiar y no puedes cambiar sin pasar por las transiciones. Algunas transiciones son una parte inevitable de la vida. Como la transición de un adolescente a un adulto, o de un adulto a un anciano. Ahora, las transiciones más difíciles tienden a ser aquellas que se nos imponen. Como, la pérdida de un trabajo o la pérdida de una relación. Porque te lanzan directamente a una transición difícil, de un trabajo a otro o de una relación a quién sabe dónde.

Es en las transiciones que Dios hace su mejor trabajo en nuestras vidas. Porque es en las incertidumbres de la transición que Dios puede captar nuestra atención. Nuestra tendencia es confiar y depender de nuestras habilidades, relaciones, recursos y conocimientos. Nuestra tendencia es depender de nuestros sistemas de alarma y pólizas de seguro. Entonces, de vez en cuando, nos vemos forzados a una transición y nada de lo que hemos construido nos puede ayudar y ahora Dios tiene nuestra atención.

Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales Él ha llamado de acuerdo con su propósito.- Romanos 8: 26-28 DHH

La respuesta correcta cuando estás en medio de una transición difícil es reconocer que Dios está en control. Es reconocer que no somos víctimas porque Dios está con nosotros. Es reconocer que no importa lo que suceda, de alguna manera Dios tomará todos los temores, incertidumbres y todos los elementos asociados con la transición y los convertirá en algo bueno para nosotros. Es ahí que nos damos cuenta de que Dios es todo lo que tenemos y que Él es todo lo que necesitamos.

Padre Celestial, ayúdame a responder correctamente cuando me encuentre en una transición difícil en mi vida, sabiendo que Tú en todo momento estás en control y haciendo que obre para mi bien. Sé que lo que Tú más deseas es captar mi atención y que yo entienda que Tú eres todo lo que necesito en cualquier etapa de mi vida que me encuentre. Te amo y te bendigo porque puedo vivir completamente en paz sabiendo que cuento con tu gran amor, gracia y misericordia.